Coria, Germán, "De Calama a Salta: Inicios del transporte turístico interfronterizo". 2013 : Calama (Antofagasta, Chile)
Interview: id 52846
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Interviewee(s)
Language spoken
Español
Location of interview
Date of interview
2013
Subject description
De Calama a Salta: Inicios del transporte turístico interfronterizo
Resumé of interview
German Coria Coria, Oriundo de Calama, nacido el 2 de febrero de 1942, cuenta acerca del oficio de chofer de la empresa “Transportes Géminis”, la cual fue la primera en abrir la ruta Calama-Salta, durante el inicio de la década de 1970, de esta manera, inaugurando el cruce fronterizo automovilístico en este zona. La ruta que hacían, se detenía en San Pedro, cruzaban la frontera en el paso Sico, llegaban a San Antonio del Cobre y finalmente arribaban a Salta. Dedicada fundamentalmente a esta ruta, la empresa tenía un carácter de turismo, fomentando esta actividad en la zona. Desde la mirada personal de German, el oficio era relativamente sencillo, ya que se tenía una buena relación con las aduanas y policías fronterizas, como también con las autoridades, las cuales se fueron mostrando más interesadas una vez que la empresa logró cruzar la frontera con el bus. Pese a esto, no estaban exentos de problemas, siendo las nevazones las más peligrosas, ya que suponían paradas inesperadas y en ocasiones llamados de ayuda para ser acarreados y/o suministrados de víveres. En esa línea el entrevistado cuenta que esporádicamente habían desvíos de ruta debido a la subida de los ríos, lo que sin embargo, no significaba mayores problemas. German por último, recuerda el gran ambiente que había dentro del bus y significa a los pasajeros como una gran familia que se ayudaba cuando ocurrían pormenores y/o emergencias que podrían retrasar el trayecto.
Cita o anotación
Evolución de las maquinas usadas.
Coria, Germán
: ""Pero como digo, de ahí problemas mayores no hemos tenido casi ninguno nunca, nada. Después ya dejamos las micros y empezamos con los Mercedes, otro vehículo más chico también la carga arriba pa’ dejar las cosas.
E: ¿Cómo en qué año se cambiaron a esos vehículos?
Mire, la fecha no me acuerdo pero ya más o menos dejamos las micros, empezamos los otros y así de a poco, estas maquinas fueron las penúltimas los Fiat. Que fueron pa’ los viajes en Argentina muy buenos, toda la carga arriba, incluso un estanque de agua para emergencias, teníamos para sacar agua no había problema"."Cooperación de los pasajeros en situaciones de emergencia.
Coria, Germán
: "":¿Cuándo se quedaban parados?
Claro. Como digo el pasajero fue muy consciente con nosotros, harta cooperación hemos tenido de parte de ellos, era como una familia. Había que hacer algo y todos bajábamos,
pescábamos piedras, las tirábamos al hoyo.
¿Y los mismos pasajeros agarraban picotas?
No, o sea ellos ayudaban a acarrear material, las piedras todo eso pa’ rellenar pero si había que tirar pala, también algunos pasajeros hombres ayudaban. A las finales uno se ponía a pensar a analizar, si era una cosa tan pero tan, como digo era una familia. A veces decían ¿Qué se puede hacer? Si hay que esperar bueno había que esperar, muchos se bajaban y esperaban, se iban a andar alrededor de la micro todas esas cosas. Ahora después cuando el mal tiempo, una vez nos pilló un mal tiempo en Laguna Lejía, ahí estuvimos dos días, cuando veníamos de allá, porque allá la nieve de este alto [indica con su mano la altura] (Casi un Metro)"."1970 to 2010 : Registro y permisos de los buses.
Coria, Germán
: ""¿Usted recuerda cuando se hizo necesario registrar los buses?
los permisos los daban por un año y había que renovarlos, costó un poco al principio pero después no, es que las autoridades no daban permiso porque la carretera existía pero no estaba habilitada, esa era la misión de la empresa demostrar que se podía hacer, ahora está todo pavimentado, ahora es un trayecto de 12 horas, salen a las 9 de la mañana y llegan a las de la noche"."1970 to 2010 : Inicios del turismo hacia la Argentina y viscerversa (desde Chile).
Coria, Germán
: ""¿Era turístico más que nada?
Justamente era turístico, era conocer allá. De andar y los argentinos también se entusiasmaron y nos querían seguir en vehículos particulares, pero por el camino no se podían vehículos tan chicos, tenían que ser más o menos grandes, por la tracción. Una vez venían como cinco vehículos detrás de nosotros, quedaron enterrados y ahí teníamos que ayudarles a pasar. Una vez venia un huevito y nunca pensé que iba a pasar por el rio y pasó, increíble, me quede asombrado. Una vez se largó un jeep con cuatro jóvenes que iba pal’ Perú y se anduvieron salieron de la huella, pero después nos encontraron y siguieron adelante.
Fue un viaje muy bonito, todo lo que uno ha hecho, una experiencia muy bonita, todo lo que hicimos para sacar y ganar la ruta, hasta ahora. Yo viajé 17 años pa’ Argentina y ahora hace como 14 años que no viajo porque la empresa, como fuimos los pioneros por la edad, Desvíos y pormenores en la ruta.
Coria, Germán
: ""Me contaba que hacían desvíos de caminos cuando habían problemas, ¿Qué desvío se tomaba?
no, o sea desvío si había que tomar otros caminos pal’ lao’ de la frontera de Bolivia con Argentina pa’ La Quiaca, porque por los Cobres estaba cortado, con las lluvias cortaba los cruces de ríos y era muy peligroso para las maquinas. Ahí una vez nos toco ir con el jefe, lo que si había harta cooperación de vialidad con Argentina, estaban al tanto de cualquier cosa, cualquier problema vialidad argentina tenía una ruta para salir cosa maquinas y un carro de arrastre. Tuvimos harta cooperación de vialidad argentina, incluso nos habrían el camino a veces"."1960 ±10 years : Habilitacion ruta Huaquitina-Toconao (Parte del sistema hasta Antofagasta).
Coria, Germán
: ""¿Usted trabajaba transportando cordero desde Argentina?
O sea desde el límite, Huaitiquina. Transportábamos solo cordero.
¿Se usaba para alguna otra actividad el camión?
solo para los corderos. Estaba hecha la carrocería para los corderos no más, dos pisos un abajo y uno arriba, los Ford 67.
¿Cuando pasaban en los pueblos se compraban cosas?
Se pasaba por Toconao y se pescaba por laguna Lejía, porque era la única ruta habilitada para vehículos chicos. Como digo, nosotros empezamos a habilitar esa ruta. Así que llegamos a Toconao, San Pedro, Calama y hasta Antofagasta. Dos camiones tenía el finao’ Juan González tenía un volvo y un Ford"."2000 to 2010 : Uso actual del paso Jama en vez del paso Sico.
Coria, Germán
: ""¿Usted siente que cambió en algo con los cambios de rutas, por ejemplo que ahora se pase por Jama?
El paso Jama es asfaltado, tanto el lado chileno como argentino, y mas corto porque entra a Jujuy y de ahí a Salta, es más corto y mas rápido. Por Sico es más largo y puro ripio"."
Transcription
¿Se acuerda de cómo fueron los primeros viajes hacia Salta por el paso Sico? Mire la verdad de las cosas no recuerdo mucho, pero por lo menos vamos a ir de a poco viendo. El primer viaje que fue, salimos de una micro año modelo 70', las micros antiguas con parrilla con todo, el equipaje se llevaba incluso arriba en la parrilla, en el techo, encarpar, todas esas cosas. Y salimos de acá, más o menos el horario a las seis de la tarde para llegar a San Pedro al control y seguir con la ruta a Toconao, y de Toconao al Laco. ¿Y en San Pedro había un control de carabineros? En San Pedro si, había un control aduanero. Hay control, se hacía todo el control ahí completo y seguíamos nosotros. Y de ahí seria el otro control en la frontera, en el Laco, pero ese control fronterizo de carabineros no más, de un puesto que había ahí. Y seguimos nosotros pa’ allá, llegamos al límite, dentramos’ al lao’ argentino para llegar a San Antonio de los Cobre. Ese era un trayecto durante la noche, y a veces cuando no había problema llegamos bien, pero cuando había problema en la ruta, tonce’ llegábamos más tarde. Del control llegamos ocho de la mañana, nueve de la mañana a San Antonio de los Cobre al otro día, del día miércoles pal’ jueves.
Llegamos allá a controlar, había que bajar todo el equipaje de arriba para que controlen, se controla uno y ahí se daba desayuno al pasajero, todas esas cosas. Y después ya del control salíamos a dos de la tarde más o menos. Porque el control se demoraba no ve que un puesto que no estaba preparado todavía para controlar todo, lo pasajeros, la aduana, así que. Y de ahí como digo, salía un tipo como a las tres de la tarde más o menos, dos, tres de la tarde para la quebrada del toro. Para llegar a Salta, primero salimos y bajamos la cuesta de Chorrillos, la cuesta del toro pa’ bajo, cruzamos como diez veces el rio porque la huella no era recta, sino que era curva y todo, zigzag. Y así llegamos a Campo Quijano como a las cinco de la tarde más o menos, tipo seis pero el horario en que llegamos a Salta era más o menos como a las seis de la tarde, más o menos, un promedio.
Y así, se realizaba el viaje, llegamos allá todo tranquilo, todo normal. De ahí, ya dejamos a los pasajeros en el terminal, todo y nos íbamos nosotros al hotel a descansar, a revisar las maquinas pal otro día, y así sucesivamente descansamos los dos días y salíamos el día sábado de ahí, igual también a las seis de la tarde y salimos como a campo Quijano, la quebrada del Toro, llegamos a San Antonio de los cobres nosotros como a las ocho más o menos seria, nos controlamos y de ahí salíamos otra vez por la ruta por paso Sico, llegábamos a la madrugada más o menos, si no había problema durante el trayecto al Laco otra vez a control ahí al lado chileno, nos controlábamos ahí y seguíamos. Pasando por Toconao y de ahí a San Pedro, a San Pedro llegábamos si no había problema, llegábamos casi a horario y si no llegábamos también tipo ocho, nueve de la mañana, diez de la mañana cuando había problema en el camino, a veces cuando quedábamos en pana o cuando a veces el mal tiempo nos molestaba, impedía de seguir, había que esperar, nos molestaba y a sipo’. Tonces’ las cosas…. ¿Mucha lluvia? Eh si, pal’ otro lado llovía bastante y así sucesivamente como digo llegábamos a San Pedro a controlar y ahí también controlamos todo tanto migraciones, aduana, y llegamos a Calama más o menos tipo seis de la tarde más o menos, si es que no había problema, esos eran los viajes normal que se hacían, ahora y a sipo’ llegábamos acá también ya tranquilo sin ningún problema y los pasajeros todo también se quedaban en su lugar como corresponde en la agencia y hasta ahí era el viaje.
De ahí nos tiramos a guardar la maquina al garaje y nos iban a dejar a nuestro domicilio a descansar y la semana siguiente igual a San Pedro, un viaje semanal que hacíamos con las micros. ¿Era una salida por semana? Una salida por semana y con eso como le digo, esos eran todos los viajes que se hacían normalmente, ahora cuando había problema por ejemplo de lluvia al otro lado o de este lado a veces también, mal tiempo entonces había que esperar, no se hacia la rutina, la ruta normal, sino que había desperfectos a veces de la maquina también. A veces quedábamos un día, medio día en la carretera porque esperando que se mejore el tiempo o para poder seguir si esa era la misión de nosotros.
La misión de nosotros la verdad de las cosas era de llegar, había que avanzar, había que aprovechar el tiempo bueno para poder hacer la ruta porque esa era nuestra misión de la empresa y del compadre Willy [Wilibaldo Mercado fundador de Géminis], de llegar o sea, hacer la ruta y de mostrarle a las autoridades tanto chilenas como a la autoridad argentina que se puede hacer esos viajes y esa ruta. Y se logro po’ hasta el día de hoy, el camino no era una huella adecuada, sino que eran caminos que en realidad a veces había que tomar desvíos por el lado argentino sobre todo por varias entradas. ¿Por qué rutas se hacían desvíos? Si, no uno en esos viajes uno pescaba todo el frio, el sol todo, las lluvias, o sea lo que más afectaba era pal’ lao’ argentino porque a veces llegábamos a San Antonio de los Cobres bien y de ahí estaban los caminos cortados, no se podía seguir había que esperar un día, dos días y con la gente ahí po’, en cuanto a alimentación no había problema porque siempre había. ¿Se guardaba mas comida para las emergencias? Correcto. Así que por lo tanto, como le digo no era tanto el afecto que nos hacía. Y el pasajero era como una familia a las finales porque todos compartíamos, conversábamos y ahora cuando había corte de camino la gente y todos los pasajeros cooperaban, había que rellenar los hoyos, las pasadas para pasar y nosotros andábamos trayendo cadenas, durmiente, pala, picota, todas esas cosas. ¿Se bajaban ahí mismo a arreglar el camino? Tonces’ como le digo pana casi no, pero era más por el mal tiempo del otro lao’ de las lluvias, casi nosotros por lo general trabajábamos siete u ocho meses en el año. Porque después ya venía la nevazón y en tiempos de invierno la nevazón acá en la cordillera, se tapaba el camino, tonces’ ya no se podía. Yo era el pionero del primer viaje, tonces’ mi compadre me mandaba en un camión doble tracción a ver la huella si estaba en condiciones pa’ salir a la ruta. Llegamos hasta el límite, hasta donde se podía llegar y como digo esta persona el Eduardo González, el con su gente trató también de despejar un poco la huella con el camión pa’ arriba. Es una historia muy buena y hay que saber entenderla, ver de todo lo que uno ha pasado y así po’ sucesivamente. Pero como digo, de ahí problemas mayores no hemos tenido casi ninguno nunca, nada. Después ya dejamos las micros y empezamos con los Mercedes, otro vehículo más chico también la carga arriba pa’ dejar las cosas. ¿Cómo en qué año se cambiaron a esos vehículos? Mire, la fecha no me acuerdo pero ya más o menos dejamos las micros, empezamos los otros y así de a poco, estas maquinas fueron las penúltimas los Fiat. Que fueron pa’ los viajes en Argentina muy buenos, toda la carga arriba, incluso un estanque de agua para emergencias, teníamos para sacar agua no había problema. ¿Cuándo se quedaban parados? Claro. Como digo el pasajero fue muy consciente con nosotros, harta cooperación hemos tenido de parte de ellos, era como una familia. Había que hacer algo y todos bajábamos,
pescábamos piedras, las tirábamos al hoyo. ¿Y los mismos pasajeros agarraban picotas? No, o sea ellos ayudaban a acarrear material, las piedras todo eso pa’ rellenar pero si había que tirar pala, también algunos pasajeros hombres ayudaban. A las finales uno se ponía a pensar a analizar, si era una cosa tan pero tan, como digo era una familia. A veces decían ¿Qué se puede hacer? Si hay que esperar bueno había que esperar, muchos se bajaban y esperaban, se iban a andar alrededor de la micro todas esas cosas. Ahora después cuando el mal tiempo, una vez nos pilló un mal tiempo en Laguna Lejía, ahí estuvimos dos días, cuando veníamos de allá, porque allá la nieve de este alto [indica con su mano la altura] Casi un metro... Claro, casi un metro porque pego una nevazón pero como digo ahí estuvimos dos días ahí botados en la cordillera en Laguna Lejía por el mismo tiempo que no pudimos seguir, con decirle que nosotros tuvimos que, ya no quedaba agua... porque ya estos buses no estaban todavía eso fué después, andábamos en unos Mercedes 1114... andábamos a bidón, dos bidones de 20 litros y se nos agotaron, así que empezamos con nieve la echamos en los bidones y la movimos pa' hacer agua. Y logramos pasar después Laguna Lejía pero anduvimos más o menos como dos km no más, empezamos a despejar la parte donde iba la rueda, a ambos lados, y así avanzábamos pero no fue mucho, tonce’ ahí todos como le digo, lo vuelvo a repetir los pasajeros eran como una familia porque todos cooperaban, todos lo varones... y damas también, iban a tirar pala, a despejar. Y así íbamos avanzando fíjese, dos días. Y la empresa en vista de que no llegábamos , llamaban a Salta, si acaso el bus había salido normal o alguna cosa, entonces ellos se contactaban a San Antonio de los Cobres. De Salta a San Antonio de los Cobres el control, entonces ahí tenían la información de la hora en que habíamos salido de San Antonio de los cobres pa’ Chile, tonce’ a base de eso la empresa pescó vehículo y se fueron pa’ arriba con comia’ con vestio’ o sea todo pa’ llevarnos, termos con café, llevaban pisco, o sea licor pal’ frio, porque era un frio grande, terrible si una cosa que usted salía pa’ fuera o por ejemplo un pinchazo de neumático, los dedos quedaban tiesos, pero había que hacerlo, porque la verdad de las cosas no nos podíamos quedar ahí o seguir con el neumático pinchado. Llegaron, la empresa con café, sándwiches, todo, a abastecernos como a las tres de la mañana, llevaron neumáticos, todo eso se hacía, prendimos neumáticos a la orilla del bus para que se abrigue un poco, y encima la nevada po', si la nevazón era grande. Y después de que nevó hubo un viento que despejó la cosa.
Esa vez el regimiento puso dos “ónimos” ,unos camiones mercedes, llegaron a las cinco de la mañana allá. Y llegó el jefe y dijo “ya niños vamos a tratar de salir” y echamos a correr, dimos vuelta el camión, ellos llevaban de todo, llevaban cadenas por si acaso para ponerle a los neumáticos. El ónimo del regimiento de Calama llega, entonces paso que era de subida, enganchamos al ónimo y también tiró un poquito y no pudo, el otro ónimo que era más grande tampoco pudo, entonces un pasajero dijo: sabis' que, oiga mejor tiremos pala no más y lo sacamos”, nos faltaban como veinte metros pa’ llegar a la cumbre arriba y ahí ya estaba despejado, había nieve pero no tanto. El problema era la subida y así fue po’ salimos como a las seis y media llegamos arriba, pa Chaile, y aquí pa' allá ya no había nieve Laguna Legía... ¿cerca de que parte queda? Al lao’ del volcán Lascar. Esa vez fue tanto la nevazón que los flamencos o parinas estaban muertos, un viento que hacia después en la tarde y toda la nieve suelta fcon el viento formaba como una nube. Después ya no hemos tenido problemas más grandes,claro esa vez recién el martes estábamos de vuelta. Después hemos tenido desvíos pal’ lao’ argentino por las lluvias, los viajes se hacían de una u otra manera con el esfuerzo de todos y el objetivo era demostrarle a las autoridades que se podía transitar y hacer viajes por ahí. ¿Y antes las autoridades tenían poca fe? No po, allá las autoridades que nos entrevistaron en la lao’ argentino nos preguntaban ¿cómo lo hicieron para pasar? ¿para llegar?, y bueno con los desperfectos del camino y todas esas cosas pero acá estamos. Cuando llegamos el primier viaje allá las autoridades, la gente nos tomaba fotos, de las micros y como llegaron y todo. Incluso para bajar la cuesta de Chorrillo uno manejaba y el otro con un choco, como eran trompudas' las curvas, muy cerradas, entonces uno tenía que andar con un choco pa tirarlo si acaso no daba la vuelta, se ponía adelante o atrás en la rueda trasera para ayudar a maniobrar y las micros eran dirección mecánica no más po', no eran dirección hidráulica como ahora. O sea, ¿uno tenía que estar debajo de la micro con el choco? Claro, abajo y con el frío y todo, por cualquier cosa, pero en ciertas partes, o sea en San Antonio de los cobres en la cuesta de Chorrillos, bajando para la Quebrada del Toro. Pero por lo demás no hemos tenido muchos problemas como le digo... y se ganó, se batalló harto, se luchó, se hizo todo lo que uno pudo hacer y era el entusiamo de la gente de ir, si le faltaban maquinas a la empresa pa poner pa allá, había que poner mas pero no se podía por la documentación de las maquinas,había que pedir p permiso tanto en el lado chileno como... bueno en este lado no había problemas pero en el lado argentino, pa' dentrar' sí ¿Era muy difícil, muchos problemas con las autoridades? No creo, pero parece que el jefe tenía que ir a Santiago a autorizarlo, después a Argentina pero no nos metíamos mucho porque eran cosas de la empresa. Pero el interés de la gente era grande, pa’ ir a conocer además que en esa época Argentina era más barato y acá también. ¿Era turístico más que nada? Justamente era turístico, era conocer allá. De andar y los argentinos también se entusiasmaron y nos querían seguir en vehículos particulares, pero por el camino no se podían vehículos tan chicos, tenían que ser más o menos grandes, por la tracción. Una vez venían como cinco vehículos detrás de nosotros, quedaron enterrados y ahí teníamos que ayudarles a pasar. Una vez venia un huevito y nunca pensé que iba a pasar por el rio y pasó, increíble, me quede asombrado. Una vez se largó un jeep con cuatro jóvenes que iba pal’ Perú y se anduvieron salieron de la huella, pero después nos encontraron y siguieron adelante.
Fue un viaje muy bonito, todo lo que uno ha hecho, una experiencia muy bonita, todo lo que hicimos para sacar y ganar la ruta, hasta ahora. Yo viajé 17 años pa’ Argentina y ahora hace como 14 años que no viajo porque la empresa, como fuimos los pioneros por la edad, la empresa dijo sabe usted don Germán Coria, ya cumplió así que en Calama no mas, o quiere seguir trabajando, y yo dije no lo que usted diga si cree que debo seguir, sigo, sino acá no más. Me dejaron acá, otro colega falleció, otros se retiraron y yo solo quedo en la empresa llevo 41 años trabajando, si yo entré el 20 de Agosto del 1971, cuando la empresa tenía cuatro micros.
El garaje allá en Simón Bolívar con la torre arriba, el patrón tenía un sincamíl un autito chico y para recoger personal tenía una Ford 60 doble cabina, para repuestos, ir a buscar y cosas así. Y ahora imagínese, tremenda empresa, no sé si usted vio la cantidad de buses. Compró una maquina que empezó a tirar concentrado de Chuqui' y ahí se fue en picada, usted ve ahora tremenda empresa. El garaje se está haciendo chico por las maquinas, y así con la ruta que se gano con problemas chicos mas por el mal tiempo pero pa’ lao’ argentino más que nada, viajábamos de siete u ocho meses si sabíamos que está nevando y parábamos, y la gente esperaba, se pasaba la nieve y seguíamos los viajes.
También me tocó viajar a Bolivia un año de Iquique y otro de Arica, similar el camino, difícil. Había riesgos, pero no hubo mayores problemas. ¿Hacia qué lado de Bolivia se viajaba? La paz. Llegaos nosotros a Patacamaya y ahi estaba a huella internacional de Oruro y la Paz, tomábamos hacia la paz, salimos de noche desde Arica y los buses siempre andábamos completos, el entusiasmo de todos, como Bolivia era barato para las vacaciones. Para mí fue algo muy bonito, recuerdos muy lindos, estoy contento y feliz más que nada de abrir la ruta de Calama a salta, como le digo trabaje 17 años para allá, y nunca he tenido problemas con la empresa, estoy muy agradecido de mi trabajo que aun sigo haciéndolo. ¿Usted recuerda cuando se hizo necesario registrar los buses? los permisos los daban por un año y había que renovarlos, costó un poco al principio pero después no, es que las autoridades no daban permiso porque la carretera existía peor no estaba habilitada, esa era la misión de la empresa demostrar que se podía hacer, ahora está todo pavimentado, ahora es un trayecto de 12 horas, salen a las 9 de la mañana y llegan a las de la noche. ¿La carga antes no se caía de las micros? no, porque iba encarpao', uno ponía la carpa, se metía todo y se amarraba, con la lluvia no se mojaba, todo bien seguro. ¿había problemas con los pasos fronterizos? no, o sea es que se demoraban porque parece que no estaban preparados para controlar esas cosas, imagínese 2 micros con 40 personas había que revisar uno por uno, después habilitaron una parte para eso y se fue agilizando pero en los primeros viajes se demoraban eran más pesados, después todo fue más rápido para seguir de allá o de acá. Revisaban la documentación de la máquina y una lista de todas las personas, y en el lado de Chile también.
Para mí fue un viaje muy bonito, recuerdos que nunca se van a olvidar, mucha experiencia para la cordillera. ¿Cómo eran los controles policiales en los pasos fronterizos, no sacaban partes? No nada, es que en esos tiempos para mí era una cosa sana, nadie se metía en cosas de droga y a veces había pequeñas dudas habían aduaneras o mujeres gendarme y revisaban a las mujeres y los hombres a uno. Nunca hubo nada. ¿Cómo lo hacían para sacar el carnet de buses o de conducir? La empresa saco acá la tarjeta internacional, por el automóvil club internacional. Se pedía solo el carnet y esa tarjeta que duraba un año, pero a los conductores muy rara vez nos pedían solo el carnet de identidad y del vehículo. Después como nos conocían ya no nos pedían nada, muy poco había más confianza con la misma gente de la aduana, a veces se iban con nosotros a Salta. Hartos viajes (risas). Me contaba que hacían desvíos de caminos cuando habían problemas, ¿Qué desvío se tomaba? no, o sea desvío si había que tomar otros caminos pal’ lao’ de la frontera de Bolivia con Argentina pa’ La Quiaca, porque por los Cobres estaba cortado, con las lluvias cortaba los cruces de ríos y era muy peligroso para las maquinas. Ahí una vez nos toco ir con el jefe, lo que si había harta cooperación de vialidad con Argentina, estaban al tanto de cualquier cosa, cualquier problema vialidad argentina tenía una ruta para salir cosa maquinas y un carro de arrastre. Tuvimos harta cooperación de vialidad argentina, incluso nos habrían el camino a veces. ¿Se llevaban productos de algún tipo o eran solo de pasajeros? No solo pasajeros. ¿Y los pasajeros podían traer algún producto que compraban en Argentina? Sipo’, ellos si porque eran pasajeros, pero los que la aduna les dejaba pasar. Acá les advertían, les entregaban un folleto de lo que se podía traer. Ahora si usted traía, o sea se sabían cosas que no se podían pasar como fruta o a veces licores en grandes cantidades.
¿Usted como aprendió a manejar el bus? Yo aprendí mucho tiempo antes, yo manejaba camiones, aprendí la ruta porque trabajaba con el hermano de González, íbamos a buscar cordero a argentina, los cargábamos en dos pisos, un camión grande un Ford 67 y llegábamos a Antofagasta y se mandaban a la frinca y descargábamos y en Calama los faenaban. Y una vez nos pesco un viento blanco, pero no tuvimos problemas, era un viaje semanal. Yo ya conocía la ruta hasta el límite, tenía idea de cómo era el camino, pal’ otro lado quedamos nulos si. ¿Usted trabajaba transportando cordero desde Argentina? O sea desde el límite, Huaitiquina. Transportábamos solo cordero. ¿Se usaba para alguna otra actividad el camión? solo para los corderos. Estaba hecha la carrocería para los corderos no más, dos pisos un abajo y uno arriba, los Ford 67. ¿Cuando pasaban en los pueblos se compraban cosas? Se pasaba por Toconao y se pescaba por laguna Lejía, porque era la única ruta habilitada para vehículos chicos. Como digo, nosotros empezamos a habilitar esa ruta. Así que llegamos a Toconao, San Pedro, Calama y hasta Antofagasta. Dos camiones tenía el finao’ Juan González tenía un volvo y un Ford. ¿Usted como aprendió a manejar el camión? con mi hermano, yo manejaba autos y no me costó el paso de vehículo chico al grande, en los cambios no había diferencia, peor si la había que era más grande y más largo. Por ejemplo, yo salgo en auto y después trabajo en el bus hay que tener cuidado si es más grande, más alto, pero yo lo encontraba igual. ¿Quién compro el primer camión que usted manejaba? Yo trabajaba en cualquier camión, don Juan González era el dueño, hermano de Eduardo González uno era chofer no más. Había que estar cuidando a los corderos en las curvas, había que andar a una velocidad promedio. ¿Hubo accidentes? no nada, ni tampoco con los buses. ¿Qué hacían cuando había un desperfecto en el camión? no, es que antes de salir se revisaba bien, se revisaba completo y si fallaba algo se andaba trayendo el repuesto y con los buses lo mismo, se traía alternador, arranque, porque a veces con los cruces de rio se mojaban y había que cambiarlos. Había que hacer de todo, chofer, mecánico, auxiliar, esa era nuestra misión, de llegar. Las vueltas que se hacían se sacaban todos los detalles, se revisaba y las maquinas salían en perfectas condiciones y en Argentina si había un problema se mandaba al tiro al taller, era todo bien preparado para sus cosas, todo los tableros y relojes en orden. Tenía que hacerse todo bien, porque era un viaje de ida y vuelta. Nuestra misión era llegar tranquilos sin problemas, ahí estamos ahora viendo, esperando que dice la empresa. ¿Usted siente que cambió en algo con los cambios de rutas, por ejemplo que ahora se pase por Jama? El paso Jama es asfaltado, tanto el lado chileno como argentino, y mas corto porque entra a Jujuy y de ahí a Salta, es más corto y mas rápido. Por Sico es más largo y puro ripio. ¿Qué relaciones tenían con otras empresas? Pasaba una empresa que se llamaba Atahualpa en esos tiempos, pero mayor contacto no había, nos saludábamos y si podíamos ayudarnos, pero nada más. Esos llegaban hasta San Pedro no más, después de el control cambiaban de buses a Tramaca, que hacía el resto del recorrido hasta Calama, pero después empezaron a pasar directo no más pues, si el problema que se formaba era con los permisos. ¿Eso era por las autoridades? Claro, nos ponían problemas allá porque éramos chilenos y a los argentinos les ponían problemas acá, hasta ahí no más podían llegar, y los pasajeros hacían trasbordo de bus, entonces, Tramaca llevaba a los pasajeros hasta San Pedro, controlaban ahí eran como circuitos cerrados, con destino a Salta. Atahualpa también tuvo problemas con nevazones, pero ellos tenían contacto por radio y dos antenas en la cola del bus y se comunicaban a Salta, pa’ esa empresa era las más fácil, nosotros no a capella no mas como se dice (risas). Pero no tuvimos problemas, así con los argentinos, ero mucho argentino entusiasmado por venir a Chile. ¿Por qué ponían tantos problemas con los permisos? Mire, la verdad no sé, si le digo algo le puedo mentir. Pero eso estaba encargado la empresa, los contactos que tenían, a veces iba el jefe y se iba con nosotros, tenia reuniones, nosotros quedábamos en el hotel limpiando, viendo las maquinas. ¿Había preferencia por marcas de buses? No, eso lo veía la empresa, mas que nada el estilo, que sean altas para cruzar los ríos, estos buses eran muy buenos, con el dual era como tractor, se enganchaba y listo y para los cruces de ríos también porque eran altos, esos eran los Fiat argentinos, eran chasis de camión, ahora no pues, buses modernos no más, Mercedes, Volvo
Llegamos allá a controlar, había que bajar todo el equipaje de arriba para que controlen, se controla uno y ahí se daba desayuno al pasajero, todas esas cosas. Y después ya del control salíamos a dos de la tarde más o menos. Porque el control se demoraba no ve que un puesto que no estaba preparado todavía para controlar todo, lo pasajeros, la aduana, así que. Y de ahí como digo, salía un tipo como a las tres de la tarde más o menos, dos, tres de la tarde para la quebrada del toro. Para llegar a Salta, primero salimos y bajamos la cuesta de Chorrillos, la cuesta del toro pa’ bajo, cruzamos como diez veces el rio porque la huella no era recta, sino que era curva y todo, zigzag. Y así llegamos a Campo Quijano como a las cinco de la tarde más o menos, tipo seis pero el horario en que llegamos a Salta era más o menos como a las seis de la tarde, más o menos, un promedio.
Y así, se realizaba el viaje, llegamos allá todo tranquilo, todo normal. De ahí, ya dejamos a los pasajeros en el terminal, todo y nos íbamos nosotros al hotel a descansar, a revisar las maquinas pal otro día, y así sucesivamente descansamos los dos días y salíamos el día sábado de ahí, igual también a las seis de la tarde y salimos como a campo Quijano, la quebrada del Toro, llegamos a San Antonio de los cobres nosotros como a las ocho más o menos seria, nos controlamos y de ahí salíamos otra vez por la ruta por paso Sico, llegábamos a la madrugada más o menos, si no había problema durante el trayecto al Laco otra vez a control ahí al lado chileno, nos controlábamos ahí y seguíamos. Pasando por Toconao y de ahí a San Pedro, a San Pedro llegábamos si no había problema, llegábamos casi a horario y si no llegábamos también tipo ocho, nueve de la mañana, diez de la mañana cuando había problema en el camino, a veces cuando quedábamos en pana o cuando a veces el mal tiempo nos molestaba, impedía de seguir, había que esperar, nos molestaba y a sipo’. Tonces’ las cosas…. ¿Mucha lluvia? Eh si, pal’ otro lado llovía bastante y así sucesivamente como digo llegábamos a San Pedro a controlar y ahí también controlamos todo tanto migraciones, aduana, y llegamos a Calama más o menos tipo seis de la tarde más o menos, si es que no había problema, esos eran los viajes normal que se hacían, ahora y a sipo’ llegábamos acá también ya tranquilo sin ningún problema y los pasajeros todo también se quedaban en su lugar como corresponde en la agencia y hasta ahí era el viaje.
De ahí nos tiramos a guardar la maquina al garaje y nos iban a dejar a nuestro domicilio a descansar y la semana siguiente igual a San Pedro, un viaje semanal que hacíamos con las micros. ¿Era una salida por semana? Una salida por semana y con eso como le digo, esos eran todos los viajes que se hacían normalmente, ahora cuando había problema por ejemplo de lluvia al otro lado o de este lado a veces también, mal tiempo entonces había que esperar, no se hacia la rutina, la ruta normal, sino que había desperfectos a veces de la maquina también. A veces quedábamos un día, medio día en la carretera porque esperando que se mejore el tiempo o para poder seguir si esa era la misión de nosotros.
La misión de nosotros la verdad de las cosas era de llegar, había que avanzar, había que aprovechar el tiempo bueno para poder hacer la ruta porque esa era nuestra misión de la empresa y del compadre Willy [Wilibaldo Mercado fundador de Géminis], de llegar o sea, hacer la ruta y de mostrarle a las autoridades tanto chilenas como a la autoridad argentina que se puede hacer esos viajes y esa ruta. Y se logro po’ hasta el día de hoy, el camino no era una huella adecuada, sino que eran caminos que en realidad a veces había que tomar desvíos por el lado argentino sobre todo por varias entradas. ¿Por qué rutas se hacían desvíos? Si, no uno en esos viajes uno pescaba todo el frio, el sol todo, las lluvias, o sea lo que más afectaba era pal’ lao’ argentino porque a veces llegábamos a San Antonio de los Cobres bien y de ahí estaban los caminos cortados, no se podía seguir había que esperar un día, dos días y con la gente ahí po’, en cuanto a alimentación no había problema porque siempre había. ¿Se guardaba mas comida para las emergencias? Correcto. Así que por lo tanto, como le digo no era tanto el afecto que nos hacía. Y el pasajero era como una familia a las finales porque todos compartíamos, conversábamos y ahora cuando había corte de camino la gente y todos los pasajeros cooperaban, había que rellenar los hoyos, las pasadas para pasar y nosotros andábamos trayendo cadenas, durmiente, pala, picota, todas esas cosas. ¿Se bajaban ahí mismo a arreglar el camino? Tonces’ como le digo pana casi no, pero era más por el mal tiempo del otro lao’ de las lluvias, casi nosotros por lo general trabajábamos siete u ocho meses en el año. Porque después ya venía la nevazón y en tiempos de invierno la nevazón acá en la cordillera, se tapaba el camino, tonces’ ya no se podía. Yo era el pionero del primer viaje, tonces’ mi compadre me mandaba en un camión doble tracción a ver la huella si estaba en condiciones pa’ salir a la ruta. Llegamos hasta el límite, hasta donde se podía llegar y como digo esta persona el Eduardo González, el con su gente trató también de despejar un poco la huella con el camión pa’ arriba. Es una historia muy buena y hay que saber entenderla, ver de todo lo que uno ha pasado y así po’ sucesivamente. Pero como digo, de ahí problemas mayores no hemos tenido casi ninguno nunca, nada. Después ya dejamos las micros y empezamos con los Mercedes, otro vehículo más chico también la carga arriba pa’ dejar las cosas. ¿Cómo en qué año se cambiaron a esos vehículos? Mire, la fecha no me acuerdo pero ya más o menos dejamos las micros, empezamos los otros y así de a poco, estas maquinas fueron las penúltimas los Fiat. Que fueron pa’ los viajes en Argentina muy buenos, toda la carga arriba, incluso un estanque de agua para emergencias, teníamos para sacar agua no había problema. ¿Cuándo se quedaban parados? Claro. Como digo el pasajero fue muy consciente con nosotros, harta cooperación hemos tenido de parte de ellos, era como una familia. Había que hacer algo y todos bajábamos,
pescábamos piedras, las tirábamos al hoyo. ¿Y los mismos pasajeros agarraban picotas? No, o sea ellos ayudaban a acarrear material, las piedras todo eso pa’ rellenar pero si había que tirar pala, también algunos pasajeros hombres ayudaban. A las finales uno se ponía a pensar a analizar, si era una cosa tan pero tan, como digo era una familia. A veces decían ¿Qué se puede hacer? Si hay que esperar bueno había que esperar, muchos se bajaban y esperaban, se iban a andar alrededor de la micro todas esas cosas. Ahora después cuando el mal tiempo, una vez nos pilló un mal tiempo en Laguna Lejía, ahí estuvimos dos días, cuando veníamos de allá, porque allá la nieve de este alto [indica con su mano la altura] Casi un metro... Claro, casi un metro porque pego una nevazón pero como digo ahí estuvimos dos días ahí botados en la cordillera en Laguna Lejía por el mismo tiempo que no pudimos seguir, con decirle que nosotros tuvimos que, ya no quedaba agua... porque ya estos buses no estaban todavía eso fué después, andábamos en unos Mercedes 1114... andábamos a bidón, dos bidones de 20 litros y se nos agotaron, así que empezamos con nieve la echamos en los bidones y la movimos pa' hacer agua. Y logramos pasar después Laguna Lejía pero anduvimos más o menos como dos km no más, empezamos a despejar la parte donde iba la rueda, a ambos lados, y así avanzábamos pero no fue mucho, tonce’ ahí todos como le digo, lo vuelvo a repetir los pasajeros eran como una familia porque todos cooperaban, todos lo varones... y damas también, iban a tirar pala, a despejar. Y así íbamos avanzando fíjese, dos días. Y la empresa en vista de que no llegábamos , llamaban a Salta, si acaso el bus había salido normal o alguna cosa, entonces ellos se contactaban a San Antonio de los Cobres. De Salta a San Antonio de los Cobres el control, entonces ahí tenían la información de la hora en que habíamos salido de San Antonio de los cobres pa’ Chile, tonce’ a base de eso la empresa pescó vehículo y se fueron pa’ arriba con comia’ con vestio’ o sea todo pa’ llevarnos, termos con café, llevaban pisco, o sea licor pal’ frio, porque era un frio grande, terrible si una cosa que usted salía pa’ fuera o por ejemplo un pinchazo de neumático, los dedos quedaban tiesos, pero había que hacerlo, porque la verdad de las cosas no nos podíamos quedar ahí o seguir con el neumático pinchado. Llegaron, la empresa con café, sándwiches, todo, a abastecernos como a las tres de la mañana, llevaron neumáticos, todo eso se hacía, prendimos neumáticos a la orilla del bus para que se abrigue un poco, y encima la nevada po', si la nevazón era grande. Y después de que nevó hubo un viento que despejó la cosa.
Esa vez el regimiento puso dos “ónimos” ,unos camiones mercedes, llegaron a las cinco de la mañana allá. Y llegó el jefe y dijo “ya niños vamos a tratar de salir” y echamos a correr, dimos vuelta el camión, ellos llevaban de todo, llevaban cadenas por si acaso para ponerle a los neumáticos. El ónimo del regimiento de Calama llega, entonces paso que era de subida, enganchamos al ónimo y también tiró un poquito y no pudo, el otro ónimo que era más grande tampoco pudo, entonces un pasajero dijo: sabis' que, oiga mejor tiremos pala no más y lo sacamos”, nos faltaban como veinte metros pa’ llegar a la cumbre arriba y ahí ya estaba despejado, había nieve pero no tanto. El problema era la subida y así fue po’ salimos como a las seis y media llegamos arriba, pa Chaile, y aquí pa' allá ya no había nieve Laguna Legía... ¿cerca de que parte queda? Al lao’ del volcán Lascar. Esa vez fue tanto la nevazón que los flamencos o parinas estaban muertos, un viento que hacia después en la tarde y toda la nieve suelta fcon el viento formaba como una nube. Después ya no hemos tenido problemas más grandes,claro esa vez recién el martes estábamos de vuelta. Después hemos tenido desvíos pal’ lao’ argentino por las lluvias, los viajes se hacían de una u otra manera con el esfuerzo de todos y el objetivo era demostrarle a las autoridades que se podía transitar y hacer viajes por ahí. ¿Y antes las autoridades tenían poca fe? No po, allá las autoridades que nos entrevistaron en la lao’ argentino nos preguntaban ¿cómo lo hicieron para pasar? ¿para llegar?, y bueno con los desperfectos del camino y todas esas cosas pero acá estamos. Cuando llegamos el primier viaje allá las autoridades, la gente nos tomaba fotos, de las micros y como llegaron y todo. Incluso para bajar la cuesta de Chorrillo uno manejaba y el otro con un choco, como eran trompudas' las curvas, muy cerradas, entonces uno tenía que andar con un choco pa tirarlo si acaso no daba la vuelta, se ponía adelante o atrás en la rueda trasera para ayudar a maniobrar y las micros eran dirección mecánica no más po', no eran dirección hidráulica como ahora. O sea, ¿uno tenía que estar debajo de la micro con el choco? Claro, abajo y con el frío y todo, por cualquier cosa, pero en ciertas partes, o sea en San Antonio de los cobres en la cuesta de Chorrillos, bajando para la Quebrada del Toro. Pero por lo demás no hemos tenido muchos problemas como le digo... y se ganó, se batalló harto, se luchó, se hizo todo lo que uno pudo hacer y era el entusiamo de la gente de ir, si le faltaban maquinas a la empresa pa poner pa allá, había que poner mas pero no se podía por la documentación de las maquinas,había que pedir p permiso tanto en el lado chileno como... bueno en este lado no había problemas pero en el lado argentino, pa' dentrar' sí ¿Era muy difícil, muchos problemas con las autoridades? No creo, pero parece que el jefe tenía que ir a Santiago a autorizarlo, después a Argentina pero no nos metíamos mucho porque eran cosas de la empresa. Pero el interés de la gente era grande, pa’ ir a conocer además que en esa época Argentina era más barato y acá también. ¿Era turístico más que nada? Justamente era turístico, era conocer allá. De andar y los argentinos también se entusiasmaron y nos querían seguir en vehículos particulares, pero por el camino no se podían vehículos tan chicos, tenían que ser más o menos grandes, por la tracción. Una vez venían como cinco vehículos detrás de nosotros, quedaron enterrados y ahí teníamos que ayudarles a pasar. Una vez venia un huevito y nunca pensé que iba a pasar por el rio y pasó, increíble, me quede asombrado. Una vez se largó un jeep con cuatro jóvenes que iba pal’ Perú y se anduvieron salieron de la huella, pero después nos encontraron y siguieron adelante.
Fue un viaje muy bonito, todo lo que uno ha hecho, una experiencia muy bonita, todo lo que hicimos para sacar y ganar la ruta, hasta ahora. Yo viajé 17 años pa’ Argentina y ahora hace como 14 años que no viajo porque la empresa, como fuimos los pioneros por la edad, la empresa dijo sabe usted don Germán Coria, ya cumplió así que en Calama no mas, o quiere seguir trabajando, y yo dije no lo que usted diga si cree que debo seguir, sigo, sino acá no más. Me dejaron acá, otro colega falleció, otros se retiraron y yo solo quedo en la empresa llevo 41 años trabajando, si yo entré el 20 de Agosto del 1971, cuando la empresa tenía cuatro micros.
El garaje allá en Simón Bolívar con la torre arriba, el patrón tenía un sincamíl un autito chico y para recoger personal tenía una Ford 60 doble cabina, para repuestos, ir a buscar y cosas así. Y ahora imagínese, tremenda empresa, no sé si usted vio la cantidad de buses. Compró una maquina que empezó a tirar concentrado de Chuqui' y ahí se fue en picada, usted ve ahora tremenda empresa. El garaje se está haciendo chico por las maquinas, y así con la ruta que se gano con problemas chicos mas por el mal tiempo pero pa’ lao’ argentino más que nada, viajábamos de siete u ocho meses si sabíamos que está nevando y parábamos, y la gente esperaba, se pasaba la nieve y seguíamos los viajes.
También me tocó viajar a Bolivia un año de Iquique y otro de Arica, similar el camino, difícil. Había riesgos, pero no hubo mayores problemas. ¿Hacia qué lado de Bolivia se viajaba? La paz. Llegaos nosotros a Patacamaya y ahi estaba a huella internacional de Oruro y la Paz, tomábamos hacia la paz, salimos de noche desde Arica y los buses siempre andábamos completos, el entusiasmo de todos, como Bolivia era barato para las vacaciones. Para mí fue algo muy bonito, recuerdos muy lindos, estoy contento y feliz más que nada de abrir la ruta de Calama a salta, como le digo trabaje 17 años para allá, y nunca he tenido problemas con la empresa, estoy muy agradecido de mi trabajo que aun sigo haciéndolo. ¿Usted recuerda cuando se hizo necesario registrar los buses? los permisos los daban por un año y había que renovarlos, costó un poco al principio pero después no, es que las autoridades no daban permiso porque la carretera existía peor no estaba habilitada, esa era la misión de la empresa demostrar que se podía hacer, ahora está todo pavimentado, ahora es un trayecto de 12 horas, salen a las 9 de la mañana y llegan a las de la noche. ¿La carga antes no se caía de las micros? no, porque iba encarpao', uno ponía la carpa, se metía todo y se amarraba, con la lluvia no se mojaba, todo bien seguro. ¿había problemas con los pasos fronterizos? no, o sea es que se demoraban porque parece que no estaban preparados para controlar esas cosas, imagínese 2 micros con 40 personas había que revisar uno por uno, después habilitaron una parte para eso y se fue agilizando pero en los primeros viajes se demoraban eran más pesados, después todo fue más rápido para seguir de allá o de acá. Revisaban la documentación de la máquina y una lista de todas las personas, y en el lado de Chile también.
Para mí fue un viaje muy bonito, recuerdos que nunca se van a olvidar, mucha experiencia para la cordillera. ¿Cómo eran los controles policiales en los pasos fronterizos, no sacaban partes? No nada, es que en esos tiempos para mí era una cosa sana, nadie se metía en cosas de droga y a veces había pequeñas dudas habían aduaneras o mujeres gendarme y revisaban a las mujeres y los hombres a uno. Nunca hubo nada. ¿Cómo lo hacían para sacar el carnet de buses o de conducir? La empresa saco acá la tarjeta internacional, por el automóvil club internacional. Se pedía solo el carnet y esa tarjeta que duraba un año, pero a los conductores muy rara vez nos pedían solo el carnet de identidad y del vehículo. Después como nos conocían ya no nos pedían nada, muy poco había más confianza con la misma gente de la aduana, a veces se iban con nosotros a Salta. Hartos viajes (risas). Me contaba que hacían desvíos de caminos cuando habían problemas, ¿Qué desvío se tomaba? no, o sea desvío si había que tomar otros caminos pal’ lao’ de la frontera de Bolivia con Argentina pa’ La Quiaca, porque por los Cobres estaba cortado, con las lluvias cortaba los cruces de ríos y era muy peligroso para las maquinas. Ahí una vez nos toco ir con el jefe, lo que si había harta cooperación de vialidad con Argentina, estaban al tanto de cualquier cosa, cualquier problema vialidad argentina tenía una ruta para salir cosa maquinas y un carro de arrastre. Tuvimos harta cooperación de vialidad argentina, incluso nos habrían el camino a veces. ¿Se llevaban productos de algún tipo o eran solo de pasajeros? No solo pasajeros. ¿Y los pasajeros podían traer algún producto que compraban en Argentina? Sipo’, ellos si porque eran pasajeros, pero los que la aduna les dejaba pasar. Acá les advertían, les entregaban un folleto de lo que se podía traer. Ahora si usted traía, o sea se sabían cosas que no se podían pasar como fruta o a veces licores en grandes cantidades.
¿Usted como aprendió a manejar el bus? Yo aprendí mucho tiempo antes, yo manejaba camiones, aprendí la ruta porque trabajaba con el hermano de González, íbamos a buscar cordero a argentina, los cargábamos en dos pisos, un camión grande un Ford 67 y llegábamos a Antofagasta y se mandaban a la frinca y descargábamos y en Calama los faenaban. Y una vez nos pesco un viento blanco, pero no tuvimos problemas, era un viaje semanal. Yo ya conocía la ruta hasta el límite, tenía idea de cómo era el camino, pal’ otro lado quedamos nulos si. ¿Usted trabajaba transportando cordero desde Argentina? O sea desde el límite, Huaitiquina. Transportábamos solo cordero. ¿Se usaba para alguna otra actividad el camión? solo para los corderos. Estaba hecha la carrocería para los corderos no más, dos pisos un abajo y uno arriba, los Ford 67. ¿Cuando pasaban en los pueblos se compraban cosas? Se pasaba por Toconao y se pescaba por laguna Lejía, porque era la única ruta habilitada para vehículos chicos. Como digo, nosotros empezamos a habilitar esa ruta. Así que llegamos a Toconao, San Pedro, Calama y hasta Antofagasta. Dos camiones tenía el finao’ Juan González tenía un volvo y un Ford. ¿Usted como aprendió a manejar el camión? con mi hermano, yo manejaba autos y no me costó el paso de vehículo chico al grande, en los cambios no había diferencia, peor si la había que era más grande y más largo. Por ejemplo, yo salgo en auto y después trabajo en el bus hay que tener cuidado si es más grande, más alto, pero yo lo encontraba igual. ¿Quién compro el primer camión que usted manejaba? Yo trabajaba en cualquier camión, don Juan González era el dueño, hermano de Eduardo González uno era chofer no más. Había que estar cuidando a los corderos en las curvas, había que andar a una velocidad promedio. ¿Hubo accidentes? no nada, ni tampoco con los buses. ¿Qué hacían cuando había un desperfecto en el camión? no, es que antes de salir se revisaba bien, se revisaba completo y si fallaba algo se andaba trayendo el repuesto y con los buses lo mismo, se traía alternador, arranque, porque a veces con los cruces de rio se mojaban y había que cambiarlos. Había que hacer de todo, chofer, mecánico, auxiliar, esa era nuestra misión, de llegar. Las vueltas que se hacían se sacaban todos los detalles, se revisaba y las maquinas salían en perfectas condiciones y en Argentina si había un problema se mandaba al tiro al taller, era todo bien preparado para sus cosas, todo los tableros y relojes en orden. Tenía que hacerse todo bien, porque era un viaje de ida y vuelta. Nuestra misión era llegar tranquilos sin problemas, ahí estamos ahora viendo, esperando que dice la empresa. ¿Usted siente que cambió en algo con los cambios de rutas, por ejemplo que ahora se pase por Jama? El paso Jama es asfaltado, tanto el lado chileno como argentino, y mas corto porque entra a Jujuy y de ahí a Salta, es más corto y mas rápido. Por Sico es más largo y puro ripio. ¿Qué relaciones tenían con otras empresas? Pasaba una empresa que se llamaba Atahualpa en esos tiempos, pero mayor contacto no había, nos saludábamos y si podíamos ayudarnos, pero nada más. Esos llegaban hasta San Pedro no más, después de el control cambiaban de buses a Tramaca, que hacía el resto del recorrido hasta Calama, pero después empezaron a pasar directo no más pues, si el problema que se formaba era con los permisos. ¿Eso era por las autoridades? Claro, nos ponían problemas allá porque éramos chilenos y a los argentinos les ponían problemas acá, hasta ahí no más podían llegar, y los pasajeros hacían trasbordo de bus, entonces, Tramaca llevaba a los pasajeros hasta San Pedro, controlaban ahí eran como circuitos cerrados, con destino a Salta. Atahualpa también tuvo problemas con nevazones, pero ellos tenían contacto por radio y dos antenas en la cola del bus y se comunicaban a Salta, pa’ esa empresa era las más fácil, nosotros no a capella no mas como se dice (risas). Pero no tuvimos problemas, así con los argentinos, ero mucho argentino entusiasmado por venir a Chile. ¿Por qué ponían tantos problemas con los permisos? Mire, la verdad no sé, si le digo algo le puedo mentir. Pero eso estaba encargado la empresa, los contactos que tenían, a veces iba el jefe y se iba con nosotros, tenia reuniones, nosotros quedábamos en el hotel limpiando, viendo las maquinas. ¿Había preferencia por marcas de buses? No, eso lo veía la empresa, mas que nada el estilo, que sean altas para cruzar los ríos, estos buses eran muy buenos, con el dual era como tractor, se enganchaba y listo y para los cruces de ríos también porque eran altos, esos eran los Fiat argentinos, eran chasis de camión, ahora no pues, buses modernos no más, Mercedes, Volvo
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